La importancia de la asertividad y cómo desarrollarla

La asertividad destaca como una habilidad que nos permite expresarnos, establecer límites y alcanzar nuestras metas de una manera respetuosa tanto hacia los otros como a nosotros mismos. La asertividad no se trata de confrontar de manera agresiva sino de comunicar nuestras necesidades, pensamientos y sentimientos de una manera clara, respetuosa y segura. En esta publicación revisaremos la importancia de la asertividad, sus beneficios y veremos algunas recomendaciones de cómo ser más asertivos en la vida personal y laboral.

La asertividad cae en un espectro entre la pasividad y la agresión. Mientras que las personas con respuestas pasivas tienden a evitar los conflictos y tienen dificultades para expresar sus opiniones, las personas con respuestas agresivas pueden dominar las conversaciones e ignorar los sentimientos de los demás, imponiendo sus propias decisiones y opiniones. La asertividad, sin embargo, logra un equilibrio entre estos extremos que se traduce en la expresión de las necesidades y opiniones respetando al mismo tiempo las necesidades y opiniones de los demás.

Beneficios de la asertividad

  • Mejora en la comunicación: las personas asertivas son comunicadoras eficaces. Se expresan con claridad, lo que facilita que los demás comprendan sus pensamientos y sentimientos con menos probabilidad de malentendidos. De esta manera se mejora la calidad de las interacciones.
  • Autoestima mejorada: la asertividad aumenta la autoestima y la confianza en uno mismo ya que es una manera de respetar y hacer respetar tus necesidades y límites.
  • Relaciones saludables: El tipo de comunicación que permite la asertividad, incluyendo el establecer y mantener límites, reduce la probabilidad de formar parte de relaciones en las que sufras manipulación, al poner freno a aquellas personas que traten de aprovecharse de ti o abrumarte por sus demandas.
  • Resolución de conflictos: La asertividad facilita el abordar los problemas directamente y buscar soluciones mutuamente beneficiosas, lo que lleva a relaciones más positivas.
  • Mayor productividad: en entornos profesionales, la asertividad puede mejorar la productividad. Al compartir sus ideas con confianza, colaborar de manera efectiva y establecer expectativas claras, puede contribuir a mejorar la calidad de las relaciones laborales y, tanto de forma directa como indirecta, aumentar el rendimiento laboral. 

Recomendaciones para desarrollar la asertividad

  • Autoconciencia: Para poder expresarnos asertivamente primero debemos comprender nuestras propias necesidades, valores y límites. El autoconocimiento es así el primer paso. 
  • Escucha activa: la comunicación eficaz es una vía de doble sentido. Escuchar activamente a las otras personas permite que podamos saber las necesidades, límites y pensamientos de los demás y desde este conocimiento buscar la manera de expresar los nuestros. 
  • Hablar en primera persona: Al hablar de necesidades o preocupaciones, hacerlo en primera persona facilita el aceptar y hacernos cargo de nuestros sentimientos. Por ejemplo, decir «Me siento nervioso cuando…» en lugar de «Siempre me haces sentir nervioso».
  • Lenguaje corporal: mantener el contacto visual, con el cuerpo dirigido hacia la otra persona y usar un tono de voz seguro y respetuoso son mensajes que se envían a la otra persona. 
  • Establezca límites claros: Comunicar claramente los límites a los demás. Los límites son cruciales para mantener su bienestar y evitar que otros crucen la línea.

Conclusión

La asertividad es una habilidad valiosa que puede mejorar tanto la vida personal como la profesional de múltiples maneras, ya que facilita mejorar las relaciones con otros, aumentar la autoestima y afrontar los desafíos de la vida con confianza. Es importante tener en mente que la asertividad es una habilidad, no una capacidad innata, y por tanto la podemos aprender y desarrollar con el tiempo y con la práctica, y, por supuesto, nunca es demasiado tarde para empezar o continuar trabajando en ella. 

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